Bogotá, también conocida como Santa Fe de Bogotá, es la capital de la República de Colombia y del departamento de Cundinamarca.
Forma parte del Distrito Especial de Bogotá, creado en 1954, y abarca un área de 1858 km².
Situada a 2611 metros sobre el nivel del mar, en la ladera occidental de la cordillera de Sumapaz, es el centro del gobierno nacional y la sede de la capital eclesiástica del país.
Bogotá o Santa Fe De Bogotá (ciudad capital de Colombia)
Cap. de la República de Colombia y del dep. de Cundinamarca, que con los municipios de Bosa, Engativá, Fontibón, Suba, Usaquén y Usme forma el Distrito Especial de Bogotá, creado el 17 de diciembre de 1954 según el art. 199 de la Constitución Nacional, con 1858 km2. En Bogotá, como capital de la nación, tienen su residencia el Gobierno central y las representaciones de otros Estados. Es también la capital eclesiástica del país, sede de uno de los seis Arzobispados de Colombia.
Astronómicamente está situada a los 4o 36' 6" de latitud N y a los 74° 1' de longitud O de Greenwich. Se encuentra en la ladera occidental de la gran cordillera de Sumapaz, a 2611 m de altitud, sobre un llano rodeado de montañas. Este llano, situado a unos 600 m de altura sobre la sabana, está atravesado por varios ríos (San Cristóbal, San Francisco, Negro,
Quebrada de los Molinos, etc.), que, tras dividir a la ciudad en una serie de barrios o parroquias, rinden sus aguas al Funza o Bogotá, que a unos 20 km al O de la ciudad forma el popular Salto de Tequendama. Los barrios en que se divide la ciudad son San Pedro, San Pablo, Las Nieves, San Victorino, Santa Bárbara, Las Cruces, Egipto, Las Aguas y Nuestra Señora de Lourdes.
El clima de Bogotá es el resultado de su situación tropical, a muy poca distancia del Ecuador, pero se ve suavizado por la elevada altitud. Por su situación las variaciones climáticas son poco bruscas —unos 5 °C como máximo—, pero la altura sobre el nivel del mar determina un descenso general de la temperatura, con medias anuales de 15 °C. Este clima, relativamente frío, • favorece la aclimatación de los extranjeros y elimina el peligro de las enfermedades tropicales. La proximidad al Ecuador se traduce en lluvias abundantes —1067 mm de media anual— con dos periodos húmedos: marzo a mayo y setiembre a noviembre y dos periodos secos: junio-agosto y diciembre-febrero. La gran ventaja del clima es que permite recoger dos cosechas anuales, una de verano (julio) y otra de invierno (enero), si bien la excesiva altitud impide el desarrollo de ciertos cultivos propios de la zona tropical. Por eso sus principales cosechas son características de las zonas templadas: legumbres, patatas de una especie andina de muy buena calidad y algunos cereales (maíz, trigo y avena).
Bogotá, como muchas otras ciudades andinas, ha sido muy castigada por los terremotos, entre los que es tristemente célebre el del 16 de noviembre de 1827, que obligó a la total reedificación de la ciudad. El crecimiento demográfico ha sido muy intenso en el siglo 19. La ciudad, que en 1884 contaba con 95813 h, sólo habían ascendido en 1905 hasta unos 100000. Pero luego el aumento fue tan rápido que en junio de 1951 alcanzaba ya 648324, en 1960 1048170 y actualmente 6,763 millones (2005). Existe un notable predominio de blancos, aunque se encuentran tipos de todas las razas.
La ciudad. Al estilo de las grandes ciudades hispanoamericanas, Bogotá conjuga lo antiguo y señorial con lo moderno y práctico. Sus alfaltadas calles de amplias aceras están a veces embellecidas por hileras de árboles. Los edificios son por lo general bajos; su exterior, a veces poco atractivo, contrasta con sus interiores francamente cómodos. Abundan las mansiones señoriales antiguas, de dos pisos por lo general, con un patio interior esmeradamente decorado con jardines. El límite oriental de la ciudad puede considerarse constituido por la Carrera 7, que hacia el N se transforma en la Carretera Central del Norte, que conduce a Tunja, y hacia el S se prolonga en la Carretera del Oriente, a Villavicencio. Al E de esa línea quedan sin embargo algunos amplios espacios verdes, entre los que destacan el Parque Nacional —con el Acueducto de San Diego —y el Parque de la Independencia, cerca del cual se encuentran el Circo de Toros, la iglesia de San Diego y la Biblioteca Nacional. Más al E aún se sitúan la Quinta de Bolívar y la Estación. En las proximidades de la Carrera 7, pero dentro del sector oriental de la ciudad, se hallan también el Parque de Santander, el Hotel Granada, el Teatro Colón, el Ministerio de Relaciones Exteriores, el Museo Colonial y la Iglesia del Carmen. En la zona norte de la ciudad destacan el Club «Esso», la Escuela Militar, a cuyo pie pasa la Carrera 38 que más tarde se transforma en carretera a Suba, el Asilo de Niños (en la Carrera 24), el Hospital Infantil (en la Avenida 68), el Estadio Municipal, Hipódromo, Instituto Geográfico y el gran recinto de la Ciudad Universitaria, próximo al cruce de las importantes Avenidas de Francisco Miranda y J. E. Gaitán. Al NO del gran centro docente se encuentra el Bosque Popular, zona verde de gran amplitud. La gran Avenida de las Américas, que conduce al aeródromo de Techo y que se cruza en una hermosa plaza con la avenida del Centenario, puede considerarse el límite septentrional de la zona central de Bogotá. Este sector central, el de mayor actividad comercial y el que reúne casi todos los monumentos de la urbe, está limitado al E por la mencionada Carrera 7 y al S por la Avenida 1.a.
En él reciben el nombre de carreras las calles que llevan dirección N-S y el de calles las de dirección E-O. Al borde de la Carrera 7 se encuentran el gran edificio de los Ministerios, el Palacio Presidencial, el Observatorio Nacional, El Capitolio, la Plaza de Bolívar, la catedral, el Palacio de Comunicaciones, el Banco de la República, el edificio de Gobernación y, ya mucho más al N, el hotel Tequendama y el Museo Nacional.
La más amplia Avenida de Bogotá es la llamada de Caracas, que une la Avenida 1.a con la de Jorge E. Gaitán y atraviesa la zona más importante de Bogotá; en ella se encuentran el Hospital de Misericordia y la Facultad de Medicina. Otra gran avenida es la del Libertador, o Carrera 10, que termina en una gran plaza, cerca de la unión con la Carrera 7. Del Parque de Santander sale hacia el NO la Avenida de Jiménez de Quesada, que se prolonga por la del Centenario y termina cruzándose con la avenida de las Américas; sobre ella o en sus proximidades se encuentran la Escuela Normal Superior, las Estaciones del Ferrocarril, el Hospital de San José y otros edificios. La Avenida Jorge E. Gaitán deja a su izquierda el Cementerio Central. Al O de la Carrera 24 las edificaciones se aclaran paulatinamente y entre los edificios únicamente merecen citarse el Orfelinato de Niños y el Matadero Municipal. El sector meridional de la ciudad, al S de la Avenida 1 .a, tiene como principales arterias del tráfico las Avenidas 13, del l.° de Mayo, la 27, que se transforma luego en Carretera del Sur, a Girardot, la Carrera 8, la calle 22 Sur, etcétera. En este sector se encuentran los Hospitales de San Carlos y San Juan de Dios y el Cuartel de Artillería.
En las afueras de la ciudad hay elegantes quintas de recreo y en los cerros que rodean a la capital dos capillas: la de la Virgen de Guadalupe, situada a 3255 m de altitud, y la de la Virgen de Monserrate, a 3165.
Monumentos. La religiosidad característica de todos los pueblos hispanoamericanos, queda plasmada en Bogotá en sus templos, estatuas religiosas e instituciones docentes de ese carácter. Sede Arzobispal, cuenta con un magnífico palacio para residencia de su autoridad eclesiástica, que lo mismo que el construido por el Gobierno para el Nuncio Apostólico es de estilo moderno. La Catedral puede considerarse como una de las más bellas iglesias de América, revalorizada su planta de orden corintio por la riqueza pictórica de su interior, en la que han colaborado Gregorio Vázquez, Acebedo, Moros, Garay y el jesuita Páramo. Pío X la concedió la categoría de Basílica Menor en 1907. Notable mérito artístico tienen también las iglesias de San Agustín, Santo Domingo, Lourdes, la Candelaria, Tercera y San Francisco. Una bella estatua de la Virgen embellece la plaza de Egipto y un monumento al arzobispo Mosquera se conserva en la catedral.
El presidente de la República tiene como residencia el Palacio de San Carlos, mientras el Congreso celebra sus sesiones en el Capitolio Nacional, los Ministerios de Hacienda y Obras Públicas ocupan el antiguo convento de Santo Domingo y el Tribunal Supremo lo que fue convento de San Francisco. El Ayuntamiento es de moderna construcción, ya que el anterior fue destruido por un incendio en 1900. Merecen también destacarse algunos teatros (Colón, fundado en 1793), centros culturales (Observatorio Astronómico, Conservatorio de Música, Escuela de Ingenieros, Biblioteca Nacional) e instituciones bancarias (Banco de Bogotá), todos ellos con magníficos inmuebles.
Características de Bogotá es la profusión de bellas estatuas, entre las que pueden citarse: la de Francisco de Paula Santander, en la plaza homónima, las de Cristóbal Colón e Isabel la Católica, en la Avenida de Colón, la de Bolívar en la Plaza Mayor, la de Tomás Mosquero, la que en la Plaza de los Mártires conmemora a los 18 patriotas fusilados en 1816, etc. Y como monumento arqueológico una serie de ídolos monolíticos, de arte indígena, existentes en la plaza de San Diego.
Capital cultural del país, Bogotá procura el desarrollo de la ciencia, las artes y las letras en varias universidades y facultades (Medicina, Derecho, Ciencias Políticas y Comerciales), Museos (Artístico y de Historia Natural), Escuelas especiales (Bellas Artes, Odontología, Superior de Maestros), Sociedades culturales (de Ciencias Naturales), Colegios mayores (San Bartolomé, Nuestra Señora del Rosario), centros castrenses (Academia Militar) y religiosos (Seminario Conciliar) y un espléndido Jardín Botánico.
Importancia económica. Aunque Bogotá es ante todo un centro administrativo, su economía ha experimentado un gran incremento en los últimos años; sin embargo, las actividades económicas no alcanzan el relieve de otras de tipo cultural, religioso o político. Además del valor agrícola y ganadero de sus alrededores, Bogotá ha concentrado buena parte en la industria y comercio del país, aunque se ve perjudicada por su alejamiento del mar, gran medio de comunicación exterior. Una mejoría de los medios de comunicación, difícil en un país tan accidentado, sería fundamental para convertir a Bogotá en el auténtico centro económico de la nación colombiana. No obstante se ha erigido en uno de los grande centros industriales del país, con importantes fábricas de neumáticos, frigoríficos, tejidos de algodón y lana, sombreros de fieltro y panamá, todo género de industrias alimenticias —que encuentran la gran ventaja de un fuerte mercado de consumo—, productos farmacéuticos, calzados, curtidos, cerámica y ladrillos, cerveza, chocolates, jabones, fósforos y tapices. Para facilitar el desarrollo de la actividad industrial y comercial cuenta Bogotá- con los principales establecimientos financieros de Colombia; en especial, con los Bancos de Colombia, de Bogotá y Central.
Su situación en zona muy montañosa dificulta las comunicaciones. La línea férrea más importante es la que por Facatativá se dirige a Girardot, con lo que se consigue la unión con la costa del Pacífico. Desde Facatativá otro ramal ferroviario termina a orillas del río Magdalena en La Dorada, que resulta de gran
importancia por esa unión con el río básico de Colombia. Por el N otra línea llega hasta Barbosa, pasando por Nernocón y Chiquinquirá. Hacia el E la cordillera de Sumapaz ofrece un obstáculo insuperable, pero por el S una línea llega hasta Sibatá.
La sabana de Bogotá está cruzada por numerosas carreteras que ponen en comunicación a la capital con Zipaqui-rá, Facatativá, Chocontá, Bo-yacá, etc. Aparte de carreteras secundarias muy numerosas en los alrededores de Bogotá —sobre todo por el oeste— parten de la ciudad cuatro grandes carreteras: la del NE que por Tunja, Bucaramanga, y Cucutá pasa a territorio venezolano llegando hasta Caracas, o continúa por el N de Colombia hasta Santa Marta en las costas del Atlántico, con un ramal de Tunja a Pamplona por Duitama y Málaga; la del SE, que por Villavicencio llega hasta Puerto López, a orillas del Meta, que al ser navegable comunica a Bogotá con toda la cuenca del Orinoco; la del SO, que por Girardot, Ibagué y Armenia llega hasta Manizales, Medellín y Turbo, o Manizales, Medellín, Cartagena, Barranquilla, o también Cartago, Calí, Buenaventura (costas del Pacífico), o por Palmira, Popayán y Pasto llega a Tulcán, Quito y otras ciudades de la República del Ecuador; y finalmente la del NO, que conduce a Manizales por Honda o a Medellín por Honda y La Dorada. Es muy frecuente en las comunicaciones colombianas la unión de diversos medios: ferrocarril, carretera y vía navegable. Pero además las líneas aéreas se han desarrollado profusamente y aseguran a la capital una rápida comunicación con cualquier ciudad del país e incluso del extranjero.
Historia. El antecedente de Bogotá parece estar en un centro de recreo incaico que se denominó Bacatá, del que parece desprenderse el complemento al nombre que dio a la ciudad su fundador Gonzalo Jiménez de Quesada: Santa Fe de Bogotá. Fundada en 1538, pronto recibió honores y distinciones por parte de Garlos V (un escudo) y Felipe II (título de «muy noble y muy leal»). Desde 1598 fue capital de Nueva Granada y en 1819 fue proclamada por Simón Bolívar, capital de la República de Colombia, formada por el antiguo Virreinato de Nueva Granada y la Capitanía General de Venezuela. Al fraccionarse la Federación que integraban los países más septentrionales de América del Sur, Bogotá quedó como capital colombiana, lo que es la razón fundamental de su importancia política y económica.
