La bomba es una máquina diseñada para mover fluidos de un lugar a otro, desempeñando un papel crucial en diversas aplicaciones.
Desde las simples bombas manuales que suministran agua en granjas, hasta las enormes bombas helicoidales que pueden desplazar miles de litros por minuto, su versatilidad es notable.
Estas máquinas son esenciales en la industria para manejar materiales como sangre, asfalto y aguas residuales, entre otros, facilitando tareas que van desde el riego hasta la producción industrial.
Máquina que sirve para obligar a los fluidos a pasar de un lugar a otro. Las bombas modernas corresponden, en tamaño y exigencias de energía a todos los tipos: desde la bomba aspirante accionada a mano, que suministra algunos litros de agua por minuto para la cocina de una granja, hasta las gigantescas
bombas helicoidales de baja presión y gran volumen capaces de arrojar miles de litros por minuto. Se han puesto a punto bombas especialmente proyectadas en incontables tareas industriales para manejar artículos como sangre, asfalto, melazas, aceites pesados, aguas residuales, pulpa de remolacha, pasta de papel, sardinas y hasta lana mineral. Las primeras bombas se usaron para elevar agua de pozos y lagos; no otro servicio están llamadas a desempeñar muchas de las modernas.
Tipos de bombas. La clasificación más sencilla de bombas manuales comprende tres tipos principales: 1) bombas aspirantes, 2) bombas impelentes y 3) bombas mixtas, impelentes y aspirantes. Una bomba aspirante eleva la columna de agua por evacuación parcial de la parte superior del cilindro y aun bajo las condiciones prácticas más favorables ve limitado su poder elevador a unos 9 m al nivel del mar. Por otra parte, una bomba impelente utiliza la presión para producir la corriente de líquido, mientras que el tipo mixto usa la aspiración para elevar la columna líquida a una cierta altura y un mecanismo impelente para alcanzar una altura adicional. Cualquiera de estos tipos puede ser de simple o doble efecto. La bomba de simple efecto descarga únicamente durante el movimiento del pistón o émbolo en una dirección, mientras que la bomba de doble efecto descarga durante el movimiento del émbolo en ambas direcciones: el cilindro se llena por un lado, mientras el líquido va siendo descargado al avanzar el pistón por el otro.
Además de la sencilla clasificación anterior, las bombas se dividen en bombas de volumen variable y de volumen constante. En las primeras, que comprenden las rotativas y las alternativas o de émbolo, varían el mecanismo de bombeo y las cámaras en las diferentes fases.
En la clase de volumen constante se comprenden cuatro grupos principales: centrífugas, turbinas para pozos profundos, de flujo mixto y helicoidales. Por ser estos tipos de funcionamiento económico, adaptables a usos diversos y compactos, han sustituido a las bombas de volumen variable en muchas clases de trabajo. Las más importantes del grupo son las centrífugas. De ordinario emplean un rodete cerrado; la corriente de líquido sale del rodete en ángulo recto con el plano del eje.
Las turbinas para pozos profundos se proyectaron inicialmente para manejar líquidos ligeros con una pequeña cantidad de sólidos en suspensión. Sólo se construyen de tipo vertical, capaces de ser instaladas en pozos de diámetro pequeño. Dado que tanto el rodete como el cuerpo de bomba están bajo el agua, no es necesario el cebado. En condiciones normales se usa un rodete cerrado, que las dota de una mayor eficacia, mientras que para manejar agua con arena en suspensión se emplea un rodete abierto.
Las bombas de flujo mixto son de construcción parecida a las centrífugas; su principal diferencia es que el líquido sale del rodete formando un ángulo de 15 a 45° con el eje de la bomba. Estas bombas, que sólo se construyen de ordinario en tamaños grandes para trabajos duros, tienen orificios grandes en el rodete, lo que las hace particularmente útiles para manejar agua con residuos, así como para usos generales. Las bombas de flujo mixto son capaces de arrojar grandes volúmenes de agua a presión baja o moderada y, en consecuencia, son ampliamente usadas para trasvases en general, en los grandes proyectos de irrigación y en el control de avenidas de agua. Al igual que las del tipo centrífugo, la mayor parte de las bombas de flujo mixto no son autocebadoras.
Otro grupo muy conocido es el de las bombas helicoidales, que suministran una corriente paralela al eje; estas bombas son capaces de manejar grandes volúmenes a presión baja o moderada, como las del grupo anterior.
El único grupo importante de bombas que queda por nombrar es el de las bombas de chorro, que comprende los eyectores e inyectores de chorro de vapor y las trompas de agua. Los eyectores se usan principalmente para cebar bombas grandes; los inyectores, para introducir agua en las calderas de vapor venciendo la presión interna. En principio, el inyector se parece un tanto a la bomba centrífuga en que depende de un cambio de sección de presión regulable. Sin embargo, el inyector alcanza su velocidad por medio de vapor a alta presión que crea un chorro de agua a presión superior a la presión de la caldera. Para las locomotoras son necesarios tipos especiales, pero no se recomienda el empleo de inyectores para uso ordinario en plantas fijas que calientan el agua antes de introducirla en la caldera. Ahora se utilizan en el servicio de pozos domésticos profundos las combinaciones eyector-centrífuga. En este sistema, una porción del agua llevada a la superficie por la bomba centrífuga vertical vuelve a presión alta al eyector (colocado unos 7 m dentro del agua) y se utiliza esta alta presión para obligar a un mayor volumen de agua a alcanzar a presión baja la superficie, donde la bomba centrífuga arroja la mayor parte de la corriente de agua a la red de distribución y devuelve una pequeña porción al inyector para mantener el suministro. Véase Centrífuga y CENTRÍPETA, FUERZA.