La bomba (militar) es un proyectil diseñado para causar destrucción en el campo de batalla.
Generalmente tiene forma esférica o cilíndrica y está cargada con una sustancia explosiva.
A diferencia de los proyectiles de artillería, las bombas se lanzan desde aviones o barcos de guerra, y su construcción permite una menor resistencia a la presión.
Existen diferentes tipos, como las explosivas, químicas y atómicas, cada una con características específicas para su uso militar.
Proyectil, generalmente esférico o cilindrico, cargado con una sustancia explosiva y empleado en la guerra. Se diferencia del proyectil de artillería en tres aspectos: velocidad, construcción y empleo sobre el enemigo. Las bombas, que suelen arrojarse desde aviones o desde barcos de guerra, adquieren menos velocidad que los proyectiles de los cañones, impulsados por una potente carga de proyección. Al no tener que soportar las enormes presiones que se producen en la recámara y el ánima de un cañón, su envoltura es más delgada a no ser que se empleen para penetrar blindajes u obras de hormigón. Como las bombas de aviación han de seguir una trayectoria determinada, llevan el peso principal en la cabeza, mientras que en la cola van provistas de unas aletas que hacen las veces de estabilizadores.
Existen tres clases de bombas de aviación: explosivas, químicas y atómicas. Entre las explosivas se pueden distinguir cuatro tipos principales: 1) Las demoledoras o rompedoras son las que más destrucciones producen en una zona más o menos extensa. Por lo general, su peso oscila corrientemente entre los 100 y los 4000 kg. Tienen forma de pera, envoltura delgada y una carga interior de TNT o nitrato amónico en la mayoría de los casos. En sus dos extremos llevan espoletas de percusión que, al contacto con un obstáculo, entran en funcionamiento provocando la explosión. Se emplean para destrucciones de superficie que consiguen mediante la explosión de la carga o la expansión de la onda explosiva que ésta produce. 2) Las bombas perforantes, al igual que los proyectiles de artillería del mismo tipo, tienen por misión penetrar a través de un blindaje y hacer luego explosión. 3) Las fragmentarias, más ligeras, se emplean contra personal al descubierto. 4) Las de metralla o balines se usaron con bastante frecuencia en la I Guerra Mundial.
Las químicas pueden ser: incendiarias, de gases, de humos o luminosas. 1) Las incendiarias van cargadas de termita y magnesio y una vez verificada la explosión, se convierte en una masa de metal fundido que alcanza temperaturas superiores a 2760 °C. Las incendiarias de «napalm», provistas de una carga de gasolina gelati-nizada, se emplearon profusamente en la guerra de Corea contra tropas no protegidas. Esta clase de bombas son, por lo general, de reducido tamaño y se lanzan desperdigadas en grandes cantidades para provocar una serie de pequeños incendios. En la guerra ruso-finesa se arrojaron por primera vez en ramillete, conocido con el nombre de «panera de Molotov». 2) Las de gases llevan la cantidad suficiente de explosivo para propagarlas en todas direcciones. 3) Las de humo tienen la misión de ocultar los movimientos de las tropas propias. 4) Las de iluminación tratan de hacer visibles los movimientos del enemigo, que busca la oscuridad de la noche para efectuar sus cambios de posición.
Durante la II Guerra Mundial se emplearon principalmente las explosivas e incendiarias, construidas de los mayores tamaños, quizás hasta agotar el límite de lo posible. La Bomba atómica abrió perspectivas totalmente nuevas a esta clase de proyectiles.
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