El término bordillo se refiere principalmente al borde de la acera, que delimita el espacio peatonal y ayuda a separar la calzada del área destinada a los transeúntes.
Este elemento es fundamental en la infraestructura urbana, ya que no solo proporciona seguridad a los peatones, sino que también contribuye a la estética de las calles.
Su diseño y material pueden variar, pero su función principal siempre será la misma: marcar el límite entre diferentes espacios.