El término borocho o borocha se utiliza en Nicaragua para describir algo que está mellado, es decir, que presenta una falta o defecto en su forma, especialmente en los bordes o extremos.
Esta palabra refleja una característica particular de ciertos objetos o incluso de personas, aludiendo a una imperfección visible.
Su uso es específico de la cultura nicaragüense, donde adquiere un significado único dentro del lenguaje cotidiano.