El término bozalear proviene del uso en Costa Rica y se refiere a la acción de arriendar utilizando un bozal o cabestro.
Este concepto se relaciona con la práctica de alquilar animales, especialmente en contextos rurales, donde el control y manejo de los mismos es fundamental.
Así, bozalear implica no solo la transacción económica, sino también la responsabilidad de cuidar y manejar adecuadamente al animal arrendado.