El término brandís se refiere a un tipo de casacón grande que se utilizaba como abrigo.
Este vestuario, caracterizado por su tamaño y diseño, ofrecía protección contra el frío y se convirtió en una prenda popular en diversas épocas.
Su uso no solo cumplía una función práctica, sino que también reflejaba el estilo y la moda de quienes lo llevaban, convirtiéndose en un símbolo de elegancia y confort.