Brasilia es la ciudad capital de Brasil, ubicada en el Distrito Federal a 1200 metros sobre el nivel del mar.
Su posición estratégica, a 940 km de Río de Janeiro y 890 de São Paulo, la convierte en un importante punto de conexión.
Conocida como la Ciudad de la Esperanza, es un ícono del vanguardismo urbanístico y arquitectónico, erigida en un entorno natural impresionante tras un monumental esfuerzo de construcción y planificación.
Brasilia (ciudad capital de Brasil)
Cap. del Brasil, en el Distrito Federal segregado del estado de Goiás, a 1200 m sobre el nivel del mar, a 940 km de Río de Janeiro, 890 de Sao Paulo, 1620 de Recife y 1650 de Porto Alegre, servida por un gran aeropuerto, en un magnífico emplazamiento próximo al punto coincidente de tres importantes cuencas fluviales, las del Río de la Plata, Amazonas y Sáo Francisco.
Vanguardismo mundial. Brasilia, «Ciudad de la Esperanza» como la llaman los brasileños, constituye incuestionablemente el máximo exponente del vanguardismo urbanístico y arquitectónico mundial. Está levantada en plena selva, en un hermoso paraje rodeado de tierras fértiles, accesible por tierra y aire y favorecido por un clima benigno y una topografía armoniosa que hace fácil la edificación. Para erigirla hubo que remover 45000000 m3 de tierra, tender 8000 km de carreteras y calles, transplantar 600000 árboles, movilizar decenas de millares de trabajadores y desplazar millares de toneladas de material. Concebida principalmente por Lucio Costa y Oscar
Niemeyer, representa una grandiosa aportación a la moderna arquitectura mundial con sus osadas construcciones, que, sin embargo, reúnen una armonía y sencillez perfectas, sus dilatadas calles y avenidas, que permitirán una circulación continua y sin estancamientos, y sus futuros barrios, levantados con arreglo a las funciones que cada colectividad debe desempeñar. Sus puntos más notables son la Plaza de los Tres Poderes (ejecutivo, legislativo y judicial), verdadero cerebro administrativo del país, el Palacio de la Alvorada, residencia presidencial, y el «Brasilia Palace Hotel», uno de los más lujosos del Hemisferio Occidental.
Antecedentes. De antiguo veníase especulando sobre la necesidad de crear en el interior del Brasil una nueva urbe, que, comunicada con los principales puertos y ciudades nacionales, centralizara geográficamente la capitalidad del país. Parece ser que la primera sugerencia a este respecto fue hecha en 1750 por Francisco Tossé Colombina. El político inglés William Pitt aconsejó a la Corte de Lisboa que trasladara la capital del Brasil al interior, idea también sostenida por el insigne patricio y ministro del príncipe regente Don Pedro José Bonifacio de Andrade y Silva, quien incluso se atrevió a bautizar la hipotética ciudad con su nombre actual. Al cabo de medio siglo largo de indiferencia y olvido, la cuestión volvió a plantearla en 1889 la recién instituida República y, pese a la oposición de ciertos legisladores, la Constitución de 1891 estableció el traslado de la capital a la altiplanicie central del país, en el Estado de Goiás. La ley, sin embargo, no se llevó a efecto, aunque las distintas constituciones promulgadas en el siglo xx insistían todas en tal empeño. El 31 de enero de 1956 asumió la presidencia Juscelino Kubitschek, que resolvió dar cima definitiva al proyecto. El 21 de abril de 1959, fecha histórica para Brasil y el mundo, Brasilia, la ciudad más moderna de la Tierra, era inaugurada oficialmente, con la bendición de Juan XXIII, como nueva capital de la República.