La bretona es una lengua céltica que se habla en la región de Bretaña, Francia, y cuenta con alrededor de 400,000 hablantes.
Esta lengua, que se originó en los siglos V y VI por emigrantes de Cornualles y Gales del Sur, presenta dialectos como Tréguier y Léon.
La literatura bretona se desarrolla en tres periodos: antiguo, medio y moderno, reflejando la evolución de la lengua y su rica tradición cultural.
bretona, lengua y literatura
El bretón o armoricano es una lengua céltica hablada aproximadamente por 400 000 personas en los departamentos franceses de Finisterre, Costas del Norte y Morbihan (Bretaña). La lengua posee cuatro dialectos principales: Tréguier, Cornouailles, Léon (que es el más puro e importante) y Vannes (el más peculiar). Se creyó equivocadamente que esta lengua era una supervivencia de la hablada por los antiguos galos. En realidad fue llevada a Bretaña en los siglos v y vi por los emigrantes de Cornualles y Gales del Sur. La lengua presenta muchas semejanzas gramaticales con el galés. En cuanto al vocabulario, el bretón y el cornuallés tienen entre sí más puntos de contacto que cada uno de ellos por separado con el galés. Aun así, las diferencias son notables, pues mientras el cornuallés se nutrió del inglés, el bretón lo hizo copiosamente del francés.
La literatura bretona se divide en tres periodos que se corresponden con los de la lengua: antiguo, medio y moderno. Del primero (siglos vii a xi) no queda nada como no sean glosas y nombres escritos en antiguos documentos. En el periodo medio (siglos xi a xvii) se encuentran principalmente canciones o «lays», relatos y «misterios» de autores populares y casi siempre desconocidos. Errantes trovadores y narradores expandieron las leyendas de Tristán e Isolda, el Rey Arturo, los Caballeros de los Tabla Redonda y el Santo Grial. Las obras supervivientes más antiguas, es decir, los dramas religiosos, proceden del siglo xvi. Están basados en vidas latinas de santos y misterios franceses. Los dos más famosos son Buhez Santez Nonn (Vida de Santa Nonna) y Burzud Bras Jezuz (El Gran Milagro de Jesús). En el siglo xix se produjo un renacimiento que comenzó con la antología de Hersart de la Ville-marqué, muchos de cuyos poemas resultaron, sin embargo, espúreos. Entre los escritores franceses del periodo moderno que usaron el bretón figuran los poetas Auguste Brizeux, J. Guillome, Prosper Proux y Emil Ernault. Jean-Pierre Calloc’h, considerado por algunos como el poeta más delicado de Bretaña, escribió en el dialecto de Vannes, como Robert Le Masson y los narradores Louis y Louise Herrieu y Louis Héno. No pocas obras bretonas han sido traducidas al francés y al inglés, especialmente los relatos de la vida y literatura bretonas de Anatole Le Braz.