m. Juego de cartas, derivado del whist, que se juega entre dos parejas.
El bridge es un juego de estrategia y habilidad mental que se practica con una baraja francesa de 52 cartas, excluyendo los comodines.
Las parejas se sitúan enfrentadas una a la otra en una mesa, y el objetivo del juego es obtener el mayor número de bazas o manos posibles, basándose en las cartas que cada jugador posee y en las estrategias desarrolladas conjuntamente con su pareja.
Este juego se caracteriza por constar de dos fases principales: la subasta y el juego de la mano.
Durante la subasta, los jugadores, comenzando por el repartidor y siguiendo en sentido horario, tienen la oportunidad de realizar declaraciones o pujas que predicen cuántas bazas creen que su pareja puede ganar. Esta fase es crucial para establecer el contrato que define el objetivo a alcanzar durante el juego de la mano.
Una vez establecido el contrato, se procede al juego de la mano, donde se revela la carta del triunfo (si lo hay) y los jugadores intentan cumplir con el contrato establecido durante la subasta.
El bridge no solo requiere de un profundo conocimiento de las reglas y técnicas del juego, sino también de una comunicación efectiva con la pareja, aunque esta debe realizarse siguiendo un código estricto que prohíbe cualquier tipo de señal o indicación fuera de las pujas y declaraciones permitidas.
El bridge es ampliamente reconocido por sus beneficios cognitivos, incluyendo la mejora de la memoria, la concentración y las habilidades analíticas. Además, fomenta el trabajo en equipo y la socialización entre sus practicantes.
A nivel competitivo, existen numerosos torneos y campeonatos a nivel nacional e internacional, organizados por diversas federaciones dedicadas a este juego.
Etimología u origen de la palabra bridge: es palabra inglesa
Segundo diccionario: bridge
Dícese de varias modalidades de juegos de cartas, derivadas todas ellas del whist. Participan normalmente en el juego cuatro jugadores, aunque pueden realizarse partidas de tres (jugando con muerto). Se juega con baraja francesa o inglesa de 52 cartas. Sus principales modalidades son el gran bridge, el subastado o auction y el contract. El whist, origen de todos ellos, sólo ofrece interés histórico. Hoy día la modalidad más practicada es la del Contract, derivado del subastado. El principal atractivo del bridge reside en la subasta que precede al juego. También es característico del bridge que, al ganar una pareja un juego, pasa a ser «vulnerable» y duplica los puntos a favor y en contra.
En el «contract» intervienen normalmente dos parejas de jugadores, cada uno de los cuales recibe trece cartas. Inicia la subasta el jugador que ha repartido las cartas; puede referir la puja a un palo determinado o sin marcar triunfos. Tanto para la subasta como para el tanteo el orden de valores de los palos es: «sin triunfo», picas, corazones, diamantes y tréboles. El que declara puja las bazas que supone harán entre él y su compañero. Quien ha realizado la mayor subasta (el «contrado») debe realizar un mínimo de seis bazas; así, una subasta de «uno» significa que el contrado se propone hacer siete bazas; una subasta de «dos», que se propone hacer ocho y así sucesivamente. La pareja que hace todas las bazas logra el Gran Schelem; si hace todas menos una, consigue un Pequeño Schelem. Una vez realizada la subasta, los contrarios pueden pujar doblando el número subastado. Quien realice la subasta mayor puede revocarla si confía en hacer las bazas que subasta.
Fundamentales para el juego son las indicaciones que se hacen los compañeros. Se han ideado numerosos métodos para comunicarse con la pareja, unos artificiales, otros basados totalmente en la lógica. Entre los procedimientos más corrientes figuran: el Blackwood (en ciertas circunstancias, una subasta de «cuatro» sin triunfos requiere que el compañero indique cuántos ases tiene), el Gerber (una subasta de «cuatro» a tréboles requiere que el compañero indique cuántos ases tiene), el Stayman (una subasta de «dos» —cuando el compañero ha abierto con «una» sin triunfos— requiere que el compañero indique que posee las cuatro mayores cartas de un palo si es que las tiene).
Subasta. Cualquier sistema de subastar debe basarse en un método de evaluación. Durante muchos años ha venido utilizándose la tabla de Honores: as/rey equivale a dos bazas; as/dama equivale a baza y media; as o rey/dama, a una; rey/cualquier carta inferior a diez, a media. El procedimiento todavía está en vigor, pero al solo objeto de indicar las cartas «defensivas», pues, en la práctica, la tabla de Honores ha venido a ser sustituida por la de Puntos, en la que el as vale cuatro puntos; el rey, tres; la dama, dos; y el valet, uno. En base a lo indicado, las cartas altas de la baraja totalizan cuarenta puntos, lo que corresponde a un promedio de diez para cada mano. Sobre esta base, catorce puntos constituyen una excelente mano para abrir juego; treinta y tres puntos entre los dos compañeros producirán normalmente un Pequeño Schelem y treinta y seis puntos, un Gran Schelem.