El término brochar tiene varias acepciones, especialmente en el contexto cubano.
En su uso más general, se refiere a pintar muy mal, indicando una falta de habilidad en esta actividad.
En el ámbito del juego de la brocha, significa tirar al hito, una acción específica dentro de las reglas del juego.
Además, en un sentido más figurado y coloquial, se utiliza para arrojar algo de manera que se produzca un encuentro, reflejando la creatividad del lenguaje en Cuba.