El brosmio es un pez que se encuentra en la costa atlántica de Norteamérica, desde las regiones árticas hasta el cabo Cod, Massachusetts y Nueva Jersey.
Pertenece a la familia de los gádidos, como el bacalao, y se distingue por tener una sola aleta dorsal muy larga.
A diferencia de otros miembros de la familia, que poseen 2 o 3 aletas dorsales.
El brosmio puede llegar a medir entre 40 y 60 cm y la hembra es muy prolífica, llegando a poner al menos dos millones de huevos en cada estación de desove.
Pez que constituye un alimento popular a lo largo de la costa atlántica de Norteamérica, desde las regiones árticas hasta el cabo Cod, Massachusetts y Nueva Jersey.
El brosmio (Brosme brosme), pertenece a la familia de los gádidos, como el bacalao, y difiere de los demás miembros de la familia por tener sobre el dorso una sola aleta muy larga. Los otros tienen 2 o 3 aletas dorsales.
El brosmio alcanza tallas de 40 a 60 cm. La hembra, muy prolífica, pone en cada estación desova por lo menos dos millones de huevos.
Es un habitante de los fondos y se alimenta de pequeños peces, moluscos y crustáceos.
El brosmio es conocido por su sabor suave y su textura firme, lo que lo hace muy popular en la gastronomía local a lo largo de la costa atlántica. Se le suele preparar al horno, a la parrilla o frito, y su carne blanca es muy apreciada por su versatilidad en la cocina.
Además, el brosmio es importante para la pesca comercial en las regiones donde habita, siendo capturado tanto para el consumo local como para la exportación a otros mercados. Su pesca sostenible es regulada por las autoridades pesqueras para garantizar su conservación y el mantenimiento de poblaciones saludables.
En la cultura popular, el brosmio también ha sido representado en obras de arte y literatura, y su importancia económica y cultural lo convierte en un símbolo de la identidad de las comunidades costeras donde se encuentra.