La brujería es un conjunto de creencias, rituales y prácticas mágicas que han existido a lo largo de la historia en diversas culturas alrededor del mundo. Se caracteriza por el uso de elementos como hierbas, amuletos, conjuros y pociones con el fin de influir en la realidad o en las personas.
A lo largo de los siglos, la brujería ha sido objeto de persecución y estigmatización, siendo considerada en muchas ocasiones como una actividad maligna o demoníaca. Sin embargo, para quienes practican la brujería, esta representa una conexión con la naturaleza, con las energías del universo y con su propia espiritualidad.
En la actualidad, la brujería ha experimentado un resurgimiento en diversos círculos espirituales y culturales, donde se practica de forma más abierta y aceptada. Muchas personas encuentran en la brujería una vía para explorar su propia espiritualidad, sanar heridas emocionales o simplemente conectar con una visión más holística del mundo.
Ejemplos de uso: "En la Edad Media, la brujería era considerada una práctica maligna y peligrosa".
"A pesar de las persecuciones, algunas personas continúan practicando la brujería como una forma de conexión espiritual".
"La brujería wicca se basa en el respeto por la naturaleza y en la armonía con el universo".
"Muchas personas encuentran en la brujería una vía para sanar heridas emocionales y encontrar paz interior".
"El resurgimiento de la brujería en la actualidad ha generado un mayor interés por las prácticas mágicas y espirituales".
Origen etimológico de brujería: proviene de bruja
Segundo diccionario: brujería
Origen de la palabra: (De bruja.)
f. Superstición y engaños en que cree el vulgo que se ejercitan las brujas.
P. Rico. Pobreza.
♦ Esta acepción se emplea en: Puerto Rico2º artículo
Práctica de la magia negra, especialmente por personas que se atribuyen poderes sobrenaturales a cambio de la entrega de su alma al diablo. Ejemplos de brujería se encuentran en todas las épocas y en todas las civilizaciones, tanto primitivas como avanzadas. Parece florecer en periodos en que la religión ortodoxa sufre una crisis de transición o decadencia. En realidad, la brujería es una forma de dualismo religioso y sus adeptos, que reconocen la supremacía del principio del mal, aprovechan en su labor de proselitismo la ignorancia o confusión de miembros de la ortodoxia.
Algunos eruditos sostienen que la brujería no es sino la evolución seguida por una vieja religión, obligada a permanecer oculta, cuando una nueva religión se ha establecido. Otros pretenden que, por lo menos durante la Era cristiana, se halla vinculada a ciertos ritos y doctrinas de diversas herejías maniqueas (v. Maniqueísmo), tales como la de los Bogomilas, Cátaros y Albigenses. Resulta, sin embargo, muy difícil probar tales afirmaciones. Los brujos, perseguidos y condenados por las autoridades eclesiásticas, han actuado siempre en la clandestinidad por lo que cuanto se ha escrito de ellos está sembrado de prejuicios o de sensacionalismo.
Creencias populares.
Según la literatura popular, el poder de los brujos tiende siempre hacia fines malignos. Las brujas secan las ubres de las vacas, echan a perder las cosechas y traen el mal tiempo. Hechizan a la gente, preparan ominosos talismanes y fabrican filtros de amor. Pueden ocasionar la enfermedad o muerte atravesando con alfileres o derritiendo una imagen de cera que se han construido de sus víctimas.
La brujería pasa por ser práctica casi exclusiva del sexo femenino; el brujo suele presentarse casi siempre como un entendido en alquimia y astrología, cosa que no ocurre con las brujas (v. Alquimia; Astrología). A la bruja suele acompañarle un fiel servidor, en forma de perro, gato o buho, proporcionado por el demonio. Se la considera incapaz de llorar, aun cuando, en circunstancias extraordinarias, puede derramar tres lágrimas, no más. Lleva una marca de nacimiento, oculta en su cuerpo. Es la llamada «señal del diablo», pequeña mancha azul insensible al dolor. La bruja tiene el poder de transformar al hombre en cualquier especie de animal. Con sus hechizos y encantos ejerce un dominio completo sobre el resto de las criaturas. Uno de sus poderes irresistibles es el «mal ojo» con el que puede infligir toda clase de daños a personas y animales. Si cae en algún pozo o corriente, no se hunde, sino que flota gracias al poder del diablo. Esta capacidad fue uno de los procedimientos que se empleaban para descubrir a las brujas.
Aquelarre ritual. Aunque resulta imposible discernir una verdadera continuidad de la brujería con carácter de culto durante largos periodos, parece evidente que, en ciertos momentos, los brujos, en grupos numerosos, se unieron en disciplinadas organizaciones. En Inglaterra la célula básica fue el «coven», integrado por 13 miembros. El rito central era una orgía diabólica llamada «sabbat», en España aquelarre, que se celebraba generalmente los jueves o viernes o bien coincidía con las más importantes festividades religiosas. La hora de la reunión era a la media noche.
Los congregados bailaban lúbricas danzas y cantaban obscenas canciones dirigidas con acompañamiento musical por el diablo, que asumía la forma de perro, mono, macho cabrío u «hombre negro».
Los «sabbats» ingleses eran presididos por un vicario del demonio llamado el Maestro, posiblemente el jefe comarcal del culto. En la «ronda infernal» en torno al ministro, las brujas a horcajadas en sus escobas, hacían formal entrega de su alma al diablo y renegaban del cristianismo. La sensación de volar, descrita por algunos participantes, era producida por un ungüento mágico (cuyo ingrediente activo era el acónito) con el que se frotaban la piel. El aquelarre degeneraba en orgías sexuales y festines canibalísticos. Al aparecer el lucero de la mañana, se disolvía la reunión. El aquelarre ha inspirado obras de arte y de la literatura, singularmente en cuadros de Teniers, Queverdo, Breughel, Bosch y Goya, y en el Fausto de Goethe y el «Tam O’Shanter» de Robert Burns.
En el resto de Europa hubo brotes esporádicos de Satanismo, en los que la liturgia de la Misa se pervertía con intenciones diabólicas. Comenzaron con ciertas prácticas populares, como la misa de San Secairo, y terminaron con las misas «negras», que eran auténticos desenfrenos.
• Persecución De La Brujería: Como enemigos jurados de la sociedad y de la religión, los brujos han sido siempre perseguidos por la Iglesia y el Estado. Algunos, como el de Endor, fueron ocasionalmente tolerados entre los judíos. Pero el libro del Éxodo declara taxativamente: «No tolerarás la supervivencia de los brujos.» Nigrom... Para seguir leyendo ver: Persecución De La Brujería
• « De hecho, el Sapa Inca era considerado tan sagrado que la gente común no podía ni siquiera mirarlo. Todo lo que tocaba se quemaba para evitar que se hicieran brujerías en su contra. » (de brujería | plural)
• « En sus últimos días, Kodenim fue capaz de admitir públicamente cada uno de sus pecados. Se le ofreció el perdón de corazón de aquellos a los que había agraviado, todo por sus creencias en la brujería. »
Tiene su acento gráfico (tilde) en la sílaba: rí Tipo de acentuación de brujería: Palabra grave (también llana o paroxítona). Posee hiato acentual í-a.
Pronunciación de brujería
Pronunciación (AFI): [ bɾu.xeˈɾi.a ]
Cantidad de letras, vocales y consonantes de brujería
Palabra inversa: aírejurb Número de letras: 8 Posee un total de 4 vocales: u e í a Y un total de 4 consonantes: b r j r
¿Es aceptada "brujería" en el diccionario de la RAE?