El concepto de karma es fundamental tanto en el hinduismo como en el budismo, aunque con algunas diferencias en su interpretación.
En el hinduismo, el karma se refiere a la ley de causa y efecto que rige nuestras acciones. Según esta creencia, todas nuestras acciones, pensamientos y palabras generan consecuencias, ya sea en esta vida o en futuras reencarnaciones. El karma determina el destino de cada individuo, influyendo en su nivel de felicidad o sufrimiento en esta vida y en las siguientes.
En el budismo, el karma se entiende de manera similar como la ley de causa y efecto, pero se enfoca más en la liberación del ciclo de sufrimiento. Según el budismo, nuestras acciones generan karma, que a su vez crea apegos y deseos, perpetuando el ciclo de nacimiento y muerte. La meta en el budismo es alcanzar la iluminación y liberarse del karma, rompiendo así el ciclo de sufrimiento.
En resumen, tanto en el hinduismo como en el budismo, el karma se refiere a la ley de causa y efecto que determina nuestras acciones y sus consecuencias. Sin embargo, mientras que en el hinduismo el karma influye en el destino y la reencarnación, en el budismo se busca liberarse del karma para alcanzar la iluminación y poner fin al sufrimiento.
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