El término buen juicio se refiere a la capacidad de tomar decisiones acertadas y razonadas, basadas en la prudencia y el análisis de situaciones.
Implica evaluar las circunstancias con claridad y considerar las consecuencias de las acciones.
Tener un buen juicio es esencial para enfrentar desafíos y resolver problemas de manera efectiva, ya que permite actuar con sensatez y responsabilidad en diversas situaciones de la vida cotidiana.