La palabra bujelada se refiere a una antigua afeite utilizada para embellecer el rostro.
Este término, hoy en desuso, evoca prácticas de cuidado personal que han quedado relegadas en el tiempo.
Aunque su uso ha desaparecido, la bujelada representa un fragmento de la historia de la estética y los rituales de belleza que han acompañado a las sociedades a lo largo de los siglos.