La bula de oro es un documento fundamental en la historia de Alemania medieval, considerado la ley básica del Imperio.
Autenticada con un sello de oro, fue promulgada por el emperador Carlos IV en 1356 y estableció un sistema claro para la elección de monarcas alemanes.
Este acuerdo buscaba evitar disputas electorales y definía los privilegios de los electores, asegurando que el trono no quedara vacante por más de tres meses.
Su vigencia se extendió hasta la disolución del Sacro Romano Imperio en 1806.
Uno de los más importantes fundamentos constitucionales —ley fundamental del Imperio— de la Alemania medieval. Debe su nombre a que estaba autenticado por una bula (sello) de oro. Contenía una serie de acuerdos entre el emperador Carlos IV y los electores alemanes. Promulgada en Metz (25 diciembre 1356), establecía el sistema de elección de los monarcas alemanes, a fin de evitar disputas electorales, y determinaba los privilegios especiales de los electores. En sus cláusulas se estipulaba que el trono no debía permanecer vacante más de tres meses, que la elección había de tener lugar en Francfort del Main y que los siete electores (cuyo número más tarde ascendió a diez) debían tomar su decisión por mayoría. A su vez Carlos IV reconocía de hecho los poderes soberanos de los electores en sus territorios hereditarios, que eran declarados indivisibles. La Bula de Oro permaneció en vigor hasta la disolución del Sacro Romano Imperio (1806).