La palabra bulda se refiere a un distintivo que utilizaban en la antigua Roma los hijos de los nobles, el cual llevaban al cuello hasta que alcanzaban la edad para vestir la toga.
Esta acepción es considerada anticuada y actualmente se encuentra en desuso.
Su significado evoca una época en la que los símbolos de estatus eran fundamentales en la sociedad romana, reflejando la importancia de la nobleza en ese contexto histórico.