El término burgrave se refiere a un antiguo título nobiliario en Alemania, que designaba al señor de una ciudad.
Este personaje tenía la responsabilidad de gobernar y proteger la urbe, actuando como un representante del poder feudal.
Su papel era crucial en la administración local y en la defensa de los intereses de la comunidad, reflejando la estructura social y política de la época medieval en la región.