La palabra burusca se utiliza en Costa Rica para referirse a una pizca o migaja.
Este término evoca la idea de algo pequeño o insignificante, que puede ser un resto o una parte mínima de algo más grande.
En el contexto costarricense, su uso refleja la riqueza del lenguaje local y la manera en que se describen elementos cotidianos, aportando un matiz particular a la comunicación.