El término buzcorona se refiere a una antigua burla que consistía en un gesto engañoso.
En este acto, una persona ofrecía su mano para que otra la besara, pero al hacerlo, recibía un golpe en la cabeza y el carrillo.
Esta acción combinaba la cortesía del beso con un elemento de sorpresa y humor, reflejando una forma de juego social que buscaba provocar risas y reacciones inesperadas.