Richard Evelyn Byrd fue un destacado marino, aviador y explorador norteamericano, nacido en 1888 en Winchester, Virginia.
Desde joven mostró un espíritu aventurero, realizando un viaje alrededor del mundo a los 12 años.
Graduado de la Academia Naval, se destacó en la aviación durante la I Guerra Mundial y fue pionero en el desarrollo de la navegación aérea.
Su legado incluye el primer vuelo transatlántico exitoso en 1919, marcando un hito en la historia de la aviación.
Biografía de Byrd, Richard Evelyn
(1888-1957). Marino, aviador y explorador norteamericano, nacido en Winchester (Virginia). A los 12 años hizo, sin compañía, un viaje alrededor del mundo. Graduado en la Academia Naval (1912), ascendió a capitán de corbeta. En 1917 ingresó en el servicio del Aire y al año siguiente era piloto de la aviación de la Marina de Guerra. Durante la última parte de la I Guerra Mundial mandó las fuerzas aéreas de su país en Canadá.
En la posguerra contribuyó notablemente al progreso de la aviación y, bajo el patrocinio de la Marina norteamericana, dirigió en 1919 el primer vuelo transatlántico realizado con éxito, en el que se utilizaron varios instrumentos de navegación aérea de su invención. En 1922 recibió la misión de pilotar el dirigible ZR-2 desde Inglaterra a Estados Unidos, pero, como favor personal, hubo de ceder su puesto a un compañero. Ello le valió probablemente la vida, ya que la aeronave hizo explosión sobre el río Humber, al E de Inglaterra, provocando la muerte de 42 de los 46 hombres que iban a bordo. En 1925 mandó la escuadrilla de aviación naval que acompañó a la expedición polar de Donald MacMillan a Groenlandia y llevó a cabo las primeras exploraciones de la aviación norteamericana por tierras situadas más allá del círculo polar ártico.
El 9 de mayo de 1926, utilizando como base la bahía de los Reyes, en Spitzberg, voló con Floyd Bennett a bordo del trimotor Fokker Josephine Ford sobre el Polo Norte, cubriendo en 15 h 30 m una distancia de 2472 km. Tal fue el primer vuelo sobre el Polo Norte. En un sensacional vuelo desde Nueva York a París (1927) a bordo del America con Bert Acosta, George O. Novile y Bernt Balchen se vio obligado a retroceder hacia el océano a causa del temporal reinante sobre la capital francesa. El hidroavión amaró cerca de Ver-sur-Mer después de permanecer en el aire más de 43 horas.
En 1928, volviendo su actuación a la Antártida, que los Estados Unidos habían olvidado desde hacía casi un siglo, dirigió la primera de sus expediciones al Polo Sur y estableció su base, Little América, en la bahía de las Ballenas (Mar de Ross). El 29 de noviembre de 1929 participó en el primer vuelo sobre el Polo Sur con Ashley C. McKinley, Harold I. June y Bernt Balchen. Realizó luego vuelos de reconocimiento hacia el E, donde descubrió las montañas de Rockefeller y Edsel Ford y levantó los planos de las costas de la Tierra de María Byrd. En esta expedición, el equipo de geólogos, a las órdenes de su segundo, Laurence M. Gould, realizó grandes descubrimientos. El personal científico de la expedición llevó también a cabo estudios sobre biología, meteorología y otras ramas de la ciencia. Hallándose todavía en las regiones del Antàrtico, fue promovido al grado de contralmirante en situación de retirado.
Una segunda expedición a la Antártida (1933-35) le llevó de nuevo a Little América, desde donde realizó en avión otros importantes descubrimientos, como los de las montañas Horlick, Hai Flood y Sidley, y completó hacia el E la exploración de la Tierra de María Byrd, que reclamó oficialmente para los Estados Unidos. En 1934 permaneció solo durante el largo invierno de marzo a agosto en el primer puesto meteorológico establecido en tierra firme de la Antártida a 197 km al S de Little América. Cuando al fin llegó la patrulla de socorro lo halló gravemente enfermo a causa de un anterior envenenamiento con monóxido de carbono. Tanto en ésta como en la anterior expedición, equipadas con todo lujo de detalles y recursos modernos de exploración, Byrd demostró cumplidamente sus cualidades de jefe capaz y prudente.
Nombrado presidente del U.S. Antarctic Service, dirigió en 1939 una tercera expedición a la Antártida con el propósito de establecer en ella los posibles derechos de soberanía norteamericana. En sus vuelos descubrió cinco nuevas cordilleras, una península de gran extensión, cinco islas y 1120 km de zonas hasta entonces desconocidas en la costa antártico-pacífica. Durante la II Guerra Mundial participó en cuatro misiones especiales en Europa y el Pacífico y fue consejero del comandante en jefe de la flota y jefe de operaciones navales. A bordo del Missouri asistió a la firma por el Japón del Armisticio.
En 1946-47, con recursos jamás superados, dirigió la cuarta expedición a la Antártida, «Operation High Jump», en que participaron tres grupos especiales con un total de 13 barcos, entre ellos un portaviones, y un acompañamiento de 4000 hombres. Con tal alarde de medios llevó a cabo nuevos descubrimientos, cartografió miles de kilómetros de costa que anteriormente no figuraba en los mapas y remontó en sus vuelos el Polo Sur. A su regreso expuso y subrayó ante el Departamento de Defensa la importancia militar de las regiones polares e insistió sobre la necesidad de establecer en ellas bases permanentes y acelerar el entrenamiento de hombres y el perfeccionamiento de equipo para la guerra en climas gélidos. Muchas de sus recomendaciones fueron aceptadas por el Departamento de Defensa. En 1955 fue nombrado jefe de la Expedición Naval «Deep Freeze» a la Antártida, comprendida como parte del programa del Año Geofísico Internacional 1957-58.
Entre otras distinciones honoríficas ha recibido una Medalla de Honor del Congreso por salvamento de vidas, tres medallas especiales del Congreso por sus exploraciones polares y otras muchas de gran número de sociedades geográficas por sus relevantes servicios. Desempeñó el cargo de director de la Compañía del Canal de Panamá y contribuyó activamente al fomento de la paz y fraternidad mundiales. Ha publicado Skyward (1928), Little America (1930), Discovery (1935), Exploring with Byrd (1937) y Alone (1938). Véase Antártida.
