El Cabo de Buena Esperanza, conocido también como El Cabo, fue una antigua provincia de Sudáfrica que formó parte de la Unión Sudafricana.
Limitaba al norte con regiones que hoy son Namibia y Botsuana, y al sur y este con los océanos Índico y Atlántico.
Su geografía se caracteriza por una llanura costera flanqueada por montañas como los Drakensberg, que superan los 2400 metros, y extensas mesetas que configuran un paisaje diverso y atractivo.
Cabo de Buena Esperanza o El Cabo, provincia (Sudáfrica)
Antigua prov. de Sudáfrica (cuando era llamada Unión Sudafricana), que limitaba al N con África Sudoccidental (hoy Namibia) y Bechuanalandia (hoy Botsuana), al NE con Transvaal, Orange, Basutolandia (hoy Lesoto) y Natal, al SE y S con el Océano Indico y al O con el Océano Atlántico. Tenía una superficie de 717640 km2, incluida la región de la bahía de Walvis.
Geografía física. En términos generales la extinta provincia está formada por una estrecha llanura costera delimitada por las montañas que encierran a las mesetas interiores. Sus principales montes son los Drakensberg, al SE, con una altitud de más de 2400 m, la cordillera de Nieuweveld y las montañas de Sneeuweberg y Roggeveld en el S y SO, que alcanzan los 1800 m. En el interior se alzan extensas mesetas que ascienden en una serie de escalones o terrazas. De S a N, estas altiplanicies son el Pequeño Karru (450 m); el Gran. Karru (entre 600 y 900 m); y el Karru septentrional (1200 m), que se une en el norte con la árida meseta del Desierto de Kalahari. Punto culminante de la provincia es Compass Berg (2502 m) en los montes Sneeuweberg. Los ríos principales son el Orange y sus tributarios el Molopo y el Vaal.
El clima es saludable. Rara vez se producen heladas cerca de la costa y la temperatura no experimenta apenas oscilaciones. No ocurre así en el interior, donde se aprecian cambios muy marcados, con inviernos agradables y veranos calurosos. La pluviosidad anual varía desde unos pocos centímetros en el norte a 500 o 750 mm en el sur. La mayor parte de la provincia recibe de 130 a 380 milímetros de precipitación anual.
La vegetación es rica y variada cerca de la costa, pero hacia el interior se va haciendo cada vez más rala. En los alrededores de la Ciudad de El Cabo crece gran variedad de brezos; en el litoral oriental prosperan numerosas plantas subtropicales; después de las lluvias de primavera los Karrus aparecen cubiertos de pequeñas mimosas o acacias espinosas y otros arbustos y plantas bulbosas. Los escasos bosques están confinados a una región de unos centenares de kilómetros cuadrados en las vertientes meridionales de las montañas costeras. Los animales salvajes han sido casi por completo aniquilados. Existen algunos elefantes, búfalos y venados y hay grandes manadas de gacelas. Entre el resto de la fauna se cuentan el rebeco, leopardo, pantera, hiena, chacal, protelo, perro salvaje de El Cabo, oso hormiguero y tamanduá. Los reptiles incluyen el cocodrilo, cobra capello y víbora venenosa. Entre las aves, muy numerosas, figura el avestruz.
Gran parte del territorio resulta demasiado árido para la agricultura. Las secciones septentrional, central y occidental se destinan principalmente a pastizales de ganado vacuno y ovino; los cultivos sólo medran en las partes oriental y meridional. En el sur se obtiene gran variedad de cosechas, algunas con ayuda del regadío. Entre ellas figuran el trigo, maíz, sorgo, alfalfa, tabaco, uvas y otras frutas. También en el sur son importantes la cría de ganado lanar y bovino, la volatería y la elaboración de productos lácteos. En el este se cultivan maíz, trigo, cacahuete, alfalfa, tabaco, caña de azúcar, verduras, piñas y otras frutas.
Las minas diamantíferas más ricas del mundo se encuentran en Kimberley; asimismo se obtienen diamantes en los terrenos de aluvión, a lo largo de las márgenes del Vaal y junto a la desembocadura del Orange. En el oeste, en Ookiep, se extrae cobre. En la sección centroseptentrional de Postmasburg se encuentra manganeso y hierro. La mica, tungsteno, yeso y amianto completan la riqueza mineral.
Las industrias se centran especialmente en Ciudad de El Cabo y Port Elizabeth; las más importantes son las de maquinaria, productos químicos, cuero, tejidos, prendas de vestir, papel, diamantes, neumáticos, materiales de construcción, vino y artículos alimenticios. La preparación de langostas es una industria importante.
Gobierno e historia.
El Cabo de Buena Esperanza fue avistado por vez primera por el navegante portugués Bartolomé Díaz (1488) y durante siglo y medio fue visitado ocasionalmente por marinos portugueses, ingleses y holandeses que efectuaban el comercio con Oriente. Los colonos no se asentaron de forma permanente hasta 1652, en que la Compañía Holandesa de las Indias Orientales fundó una estación naval en Ciudad de El Cabo, que se convirtió más adelante en una colonia compuesta por colonos holandeses y algunos hugonotes. Las fuerzas británicas ocuparon el territorio entre 1795 y 1803 y nuevamente en 1806 como consecuencia de las Guerras Napoleónicas. A la caída de Napoleón (1814), el país fue cedido a Inglaterra. En esta época la población de la colonia apenas sumaba 100000 h. El primer establecimiento británico en la Colonia de El Cabo, como se llamaba entonces, tuvo lugar en 1820 a orillas de la bahía de Algoa. Entre la población de granjeros holandeses (bóers) cundió el descontento al emancipar las autoridades británicas a los esclavos (1833). La oposición de los bóers a la política inglesa culminó con la legislación antiesclavista, que motivó su retirada de la colonia inglesa de El Cabo en una serie de emigraciones en masa (treks) hacia el interior a partir de 1836. Entre tanto, el avance británico hacia el norte y las continuas incursiones realizadas por los guerreros. cafres (v. Cafres) originaron una serie de guerras con los nativos. La influencia británica en la región de El Cabo de Buena Esperanza siguió ensanchándose durante todo el siglo xix hasta penetrar en el territorio bóer establecido en el interior. Se instituyeron otras colonias de la Corona que llegarían a integrarse en la de El Cabo. A finales del siglo xix la colonia recibió un gran impulso con el descubrimiento de sus recursos minerales, particularmente diamantíferos. Entre los acontecimientos importantes de los últimos años figuraron la primera Guerra Bóer (1880-81), la Incursión de Jameson en 1895 (v. Jameson, Leander Starr) y la Guerra Bóer de 1899-1902 (v. Guerra de los bóers). En 1910 la colonia fue incorporada a la Unión Sudafricana (Sudáfrica) en forma de provincia.
Esta provincia dejó de existir a partir de 1994 y actualmente se llama Provincia Occidental del Cabo.
