Uno de los pocos rumiantes americanos de cuernos huecos. La cabra blanca (Oreamnos montanus) no es una cabra verdadera, sino que posee caracteres de cabra y de antílope. Su tamaño es más o menos el de una oveja grande y es notable por su pelaje, largo y blanco, muy suave y caliente, que no muestra cambios de color estacionales. Debajo del pelo se encuentra una capa de lana. La cabeza presenta un par de cuernos negros que miden unos 15 cm de longitud; las patas son cortas y fuertes. El animal está repartido por las montañas Rocosas, desde el NO de Montana hasta Alaska central, siempre en las cimas de las montañas, de donde no desciende más abajo del límite de los bosques. Vive formando pequeños grupos familiares, escalando y descendiendo por los riscos y las grandes pendientes con admirable destreza. A pesar de que se necesita todo el arte de los montañeros y escaladores para llegar a los lugares donde habitan estos animales, el disparar sobre ellos no es tan difícil como el hacerlo sobre otras especies que habitan lugares parecidos, puesto que su temperamento es apacible y confiado.