La cabritilla es un tipo de cuero que se obtiene principalmente de pieles de cabras jóvenes, importadas de diversas regiones como África, India y Sudamérica.
En estos lugares, estas pieles son consideradas un subproducto de la producción de carne o leche.
Sin embargo, en Europa y Norteamérica, la cabritilla es valorada por su fuerza, ligereza y flexibilidad.
Desde el perfeccionamiento del curtido al cromo en 1890, su producción ha sido dominada por estos continentes, mejorando notablemente su calidad y durabilidad.
El cuero empleado en su confección se importa casi en su totalidad de Africa, India, Irak, Irán, China, Java, Indias Orientales y Sudamérica, países en los que tales pieles se consideran un subproducto, ya que el producto principal es la carne o leche del animal. Pero en Europa y Norteamérica se aprecia sobre todo la piel, que da un cuero fuerte, ligero y flexible. Desde que Foerderer y Schultz perfeccionaron el proceso de curtido por el cromo (1890), el curtido de la cabritilla constituye casi un monopolio europeo y norteamericano, por ser en estos países mayores los progresos tecnológicos del curtido y más perfectos los métodos, fórmulas y maquinaria. Tales métodos mejoraron considerablemente desde que se sustituyó el curtido decimonónico con alumbre por el actual curtido al cromo, que produce pieles más finas desde el punto de vista de su apariencia, calidad y largo uso. Aunque el nombre de cabritilla vici ha sido amplia e incorrectamente aplicado a toda suerte de pieles abrillantadas por este procedimiento, constituye en realidad una marca comercial de una sola tenería. Existen cabritillas de varios pesos, desde el fino de tisú al grueso utilizado en la manufactura de calzado para caballero. Si bien la piel de Cabritilla se asocia con el cabrito (y aun con el cordero y cualquier animal pequeño), la genuina procede de una «oveja peluda», probable producto de cruce muy antiguo entre la cabra y la oveja. Su cuero, que se trabaja de la misma manera que el del cabrito, resulta algo más fuerte que el de la oveja, pero no tan consistente como el del cabrito.