El término cacalo se utiliza en México para referirse a un disparate, es decir, a un hecho o dicho que resulta absurdo o sin sentido.
Esta palabra refleja la riqueza del lenguaje coloquial mexicano, donde se emplean expresiones únicas para describir situaciones o comentarios que carecen de lógica.
Así, el cacalo se convierte en una forma de señalar lo ridículo o ilógico en la comunicación cotidiana.