El término cader es un verbo en desuso que se empleaba en el pasado para describir la acción de caer o humillarse.
Aunque hoy en día su uso es prácticamente inexistente, su significado evoca una imagen de debilidad o rendición.
Esta palabra refleja un aspecto del lenguaje que ha evolucionado con el tiempo, dejando atrás expresiones que alguna vez fueron comunes en la comunicación cotidiana.