La palabra
caer abarca diversas acepciones que reflejan acciones y situaciones cotidianas.
En su sentido más básico, se refiere a la acción de un cuerpo que desciende por la fuerza de la gravedad, como cuando alguien
cae de un tejado.
También implica perder el
equilibrio, como al
caer de un caballo.
Además, puede denotar un movimiento hacia adelante, como al
caer a los pies de alguien, o incluso llegar de manera inesperada, como en el contexto de una
caída sobre el enemigo.
Por último, se relaciona con el hecho de
pender o colgar, como las ramas que se
caen por el peso de los frutos.