Cajamarca es una ciudad situada en el Perú, que funge como capital de su provincia y departamento.
Ubicada en la cordillera Occidental andina, se encuentra a 2860 metros sobre el nivel del mar, disfrutando de un clima templado.
Esta ciudad es un importante nudo de comunicaciones y centro comercial en una región agraria, además de ser un lugar histórico donde ocurrió la captura del último inca, Atahualpa, en 1533.
Cajamarca, ciudad (Perú)
Cap. de la prov. y dep. de su nombre (Perú), en la cordillera Occidental andina, junto al cerro de Cumbé y el río Caja-marca, a 2860 m sobre el nivel del mar, 560 km al NNO de Lima. Disfruta de un clima templado (de 0 a 20 °C) y tiene dos estaciones climáticas claramente definidas: húmeda (noviembre-abril) y estival (mayo-octubre). Aeropuerto y nudo de comunicaciones por carretera con Cajabamba, Cospán, Chachapoyas, Hualgayoc y Pacasmayo (donde enlaza con la Carretera Panamericana), es centro comercial de una importante región agraria y tiene fábricas de productos alimenticios, tejidos, artículos de cuero y sombreros de paja. Históricamente fue escenario de varios episodios de la Conquista, como la captura y ajusticiamiento por Francisco Pizarro del último inca, Atahualpa (1533), cuyo «Cuarto del Rescate» aún se conserva.
Reedificada por los españoles sobre el antiguo poblado inca homónimo, en el extremo oriental de una extensa pampa, aparece dividida por un pequeño río en dos barrios. Sus calles, aunque estrechas, son largas y trazadas a cordel; entre sus plazas —Abastos, Armas, Belén, etc.— descuella la Mayor, de configuración rectangular, que contempló la captura de Atahualpa. Al término de la calle del Comercio se alza un arco monumental que conmemora el combate de San Pablo contra los chilenos (1882). Los edificios más sobresalientes (casi todos del siglo xvii y principios del xviii), son, ante todo, la catedral, soberbia realización arquitectónica con clásicas portadas laterales y una extensa fachada; el templo de Santa Catalina, del más puro estilo colonial; el de San Francisco, probablemente el más antiguo de la ciudad (siglo xvi), que conjuga influencias hispano-indias; la barroca iglesia de Belén, que a despecho de influencias indígenas posee un inconfundible sello plateresco; el Convento de las Monjas, con un admirable retablo de cedro. Punto de particular interés turístico vienen a ser los «Baños del Inca», a unos 3 km, con aguas sulfurosas a 80 °C, y el Valle de Yacanosa.
