La palabra calabazada se refiere, en su primera acepción, a un golpe o impacto en la cabeza, conocido también como cabezada.
En un sentido más figurado y familiar, la expresión darse uno de calabazadas implica el esfuerzo o la fatiga que alguien experimenta al intentar descubrir o lograr algo.
Así, esta palabra combina tanto un significado físico como uno relacionado con el esfuerzo mental.