El término calacear proviene del español de Guatemala y se refiere a la acción de dar golpes.
Esta palabra refleja una forma de expresión que puede estar relacionada con diversas situaciones, desde un juego hasta un conflicto.
Su uso es específico de la cultura guatemalteca, donde el contexto y la intención detrás de los golpes pueden variar, pero siempre mantiene su esencia de impacto físico.