El calandrado del caucho es un proceso industrial esencial para la fabricación de láminas de caucho y su integración en tejidos.
Este procedimiento utiliza máquinas llamadas calandrias, que cuentan con tres rodillos huecos dispuestos horizontalmente.
A través de la manipulación de la velocidad de estos rodillos, se logra comprimir el caucho ablandado en láminas de espesor uniforme, variando entre 0,075 y 2,5 mm, adaptándose así a diversas aplicaciones.
calandrado del caucho
Para la producción de láminas de caucho y la aplicación del caucho a los tejidos se usan las máquinas llamadas calandrias. Una calandria consta de tres rodillos huecos horizontales superpuestos, cuya velocidad se controla por medio de una serie de engranajes situados en cada extremo. En algunas operaciones los tres rodillos giran a la misma velocidad; cuando se desea cierta «fricción», uno de los rodillos gira a mayor velocidad. Las superficies exteriores de los rodillos pueden calentarse y enfriarse por medio de vapor. Para producir láminas, el caucho, previamente ablandado, atraviesa los dos rodillos superiores, da medio giro en el rodillo intermedio y pasa luego al par inferior. De esta suerte queda comprimido en finas láminas de espesor uniforme, que varía de 0,075 a 2,5 mm según se desee. Introduciendo juntas dos de estas finas láminas se obtiene una doble y enrollando ésta con otra sencilla se logra una triple. Para producir una lámina de superficie granulada o acanalada se emplea una calandria provista de un rodillo cambiable, que lleva grabado el dibujo deseado y lo imprime en la lámina.
Para aplicar el caucho a las telas se emplea el procedimiento de «fricción». El paño precalentado atraviesa el par inferior de rodillos de una calandria y va absorbiendo en sus fibras el caucho que pasa entre el par superior. Haciendo girar el rodillo intermedio a mayor velocidad que el inferior, el caucho enjuga también la superficie del tejido.