El término cálculo renal se refiere a un cuerpo duro, que puede ser redondeado o irregular, formado en la pelvis del riñón.
Aunque no se comprende completamente su formación, se relaciona con factores como el tránsito lento de la orina, infecciones crónicas y alteraciones en la excreción de sales.
Los cálculos pueden aparecer en cualquier edad, siendo más comunes entre los 25 y 40 años, y suelen causar un dolor intenso al ser retenidos en el uréter.
Cuerpo duro, redondeado o irregular, formado en la pelvis del riñón, cavidad en forma de cono anexa al riñón que vacía en el uréter (conducto que comunica la pelvis renal con la vejiga urinaria). No se conoce aún con exactitud el porqué de la formación de los cálculos; sin embargo, no son de rechazar los factores siguientes: tránsito lento de la orina, infección crónica, deficiencias vitamínicas, clima, herencia y alteración en la excreción de ciertas sales por el riñón. Goza de prestigio la teoría basada en la cristalización de sales.
Las piedras pueden aparecer en cualquier edad, preferentemente entre los 25 y 40 años, más a menudo en el hombre que en la mujer. Habitualmente los cálculos del riñón van creciendo lentamente sin apenas presentar síntomas en sus comienzos. A veces las piedras pasan por el uréter hasta la vejiga y son expulsadas sin dolor, pero con más frecuencia son retenidas en su trayecto y causan dolor vivísimo; en general se detienen a nivel del uréter. Es importante que se logre su expulsión, pues de lo contrario pueden dar lugar a serias complicaciones al obstaculizar la eliminación de la orina y favorecer la infección.
La mayoría de los cálculos pueden verse con el empleo de los rayos X, sobre todo mediante la técnica llamada pielografía que hace visibles los uréteres. Con la medicación y técnicas apropiadas son susceptibles de expulsión la mayoría de las piedras. Cuando se descubran piedras en el riñón ha de procurarse evitar la formación de otras nuevas, pero, dado que las causas de las mismas son poco conocidas, con frecuencia no se llega al resultado apetecido. No obstante, en muchos casos se consigue retrasar o evitar la formación de cálculos regulando la acidez de la orina mediante una cuidadosa elección de la dieta. En ocasiones la resolución de infecciones en otros puntos del organismo y la administración de vitaminas pueden ser también útiles.