El término calentado se refiere, en su primera acepción, al participio pasado de calentar, que implica elevar la temperatura de algo.
En un contexto más específico, especialmente en Ecuador y Perú, se utiliza para describir una comida que ha sido preparada y consumida en un día, y luego se recalienta para ser servida nuevamente.
Esta práctica refleja la cultura gastronómica de aprovechar los alimentos.