La palabra calonge se refiere a un término antiguo que designa a un canónigo, es decir, a una persona que ocupa y ejerce una canonjía.
Esta acepción, aunque alguna vez fue común en el ámbito religioso, hoy se considera en desuso y poco conocida.
Su uso actual es muy limitado, lo que la convierte en una curiosidad lingüística que refleja la evolución del lenguaje y las funciones eclesiásticas a lo largo del tiempo.