El término calorífero se refiere a algo que tiene la capacidad de dar y propagar el calor.
En su forma femenina, calorífera, se utiliza con el mismo significado.
Además, se emplea para designar un aparato de calefacción, que es un dispositivo diseñado para calentar espacios, proporcionando confort en ambientes fríos.
Ambos términos son fundamentales en el contexto de la climatización y el bienestar térmico.
Origen de la palabra: (latín calor, calor, y ferre, llevar.)
adj. Que conduce y propaga el calor.
m. Aparato para calentar las habitaciones.
—de aire. El que caliente aire para diversas piezas de la casa. Ver: calorífero de aire
—de vapor. El que tiene una caldera con agua cuyo vapor circula por los tubos de calefacción. Ver: calorífero de vapor2º artículo
En la calefacción por aire caliente, dispositivo utilizado para producir calor y transmitirlo al aire. Como el calor puede originarse quemando un combustible o mediante resistencias eléctricas y el aire caliente emplearse de diversas maneras, existen tipos muy variados de caloríferos.
Los caloríferos destinados a la calefacción de locales constan de un hogar de hierro fundido o de acero, encerrado en una envolvente metálica. Los caloríferos de tiro natural están situados a un nivel inferior al del local que deben calentar. Cerca del piso de éste, se encuentran uno o varios tragantes que admiten aire frío y lo hacen descender por un gran conducto hasta el espacio situado entre la envolvente del calorífero y la pared exterior del hogar, que suele ser ondulada o llevar unas aletas para aumentar la superficie de contacto. Conforme el aire pasa por esta zona va calentándose, y, al hacerse más ligero, asciende por otros conductos que desembocan cerca del techo del local a calentar.
Cuando se emplea el tiro forzado, un soplante se encarga de aspirar el aire frío e impulsarlo a través de la zona de calefacción. Las instalaciones de este tipo pueden encontrarse al mismo nivel del espacio que se desea caldear.
Pueden utilizarse como combustibles el carbón graso, la antracita, el coque, el aceite, pesado o el gas. Existen caloríferos proyectados especialmente para obtener el máximo rendimiento en la combustión del gas o del aceite, pero también se construyen mecheros adecuados para instalarlos en hogares inicialmente destinados a quemar combustibles sólidos. Es frecuente añadir al calorífero algún dispositivo para humedecer el aire al grado conveniente. Los caloríferos modernos de tiro forzado pueden también utilizarse en verano para hacer circular el aire más frío de los sótanos por todo el edificio. Mediante un termostato eléctrico controlado a mano o por un reloj, el calorífero puede manejarse desde un punto alejado y no requiere otra atención que la de alimentar periódicamente el hogar. Cuando se emplean aceite o gas, el suministro de combustible al homo es automático; el calorífero funciona sin vigilancia, manteniendo la temperatura deseada durante largos periodos.