El término calvar tiene dos acepciones interesantes.
En el contexto del juego de la calva, se refiere a la acción de dar en la parte superior del madero, lo que implica una habilidad específica en este entretenimiento popular.
Por otro lado, también se utiliza para describir el acto de engañar a alguien, sugiriendo una connotación de astucia o trampa.
Ambas definiciones reflejan la versatilidad y riqueza del lenguaje.