El término camelador o cameladora se utiliza en el ámbito familiar para describir a una persona que tiene la habilidad de camelar, es decir, de seducir o atraer a otros con su encanto o persuasión.
Esta palabra refleja una cualidad que puede ser tanto positiva como negativa, dependiendo del contexto en el que se aplique.
En general, se asocia con la capacidad de influir en los demás a través de la manipulación o el encanto.