Un camión es un vehículo motorizado utilizado para transportar grandes cantidades de mercancías.
Consta de una cabina para el conductor y un espacio de carga en la parte trasera.
Es fundamental en la industria del transporte de mercancías por su eficiencia y seguridad en largas distancias.
En América Latina y Estados Unidos, también se le llama camión a un autobús que transporta pasajeros.
Por otro lado, un camión cisterna es un tipo especializado que transporta líquidos a granel, como carburantes o agua, con tanques especiales para garantizar la integridad del líquido durante el transporte.
Un camión es un vehículo de motor diseñado para transportar grandes cantidades de mercancías. Generalmente, consta de una cabina para el conductor y un espacio de carga en la parte trasera, que puede estar abierto o cerrado.
Los camiones son fundamentales en la industria del transporte de mercancías, ya que permiten el traslado eficiente y seguro de productos a largas distancias.
Ejemplos de uso: "El camión llegó al almacén cargado con toneladas de productos agrícolas listos para su distribución"
"La empresa de mudanzas utilizó un camión para transportar los muebles y enseres del cliente a su nueva casa."
En algunas regiones de América y Estados Unidos, el término "camión" se utiliza para referirse a un autobús, es decir, un vehículo de transporte público que lleva pasajeros de un lugar a otro.
Ejemplos de uso: "Tomamos el camión para ir del centro de la ciudad a las afueras"
"El camión escolar recoge a los niños cada mañana para llevarlos a la escuela"
(camión cisterna) El que transporta carburantes líquidos, agua, vinos, etc.
Un camión cisterna es un tipo específico de camión diseñado para transportar líquidos a granel, como carburantes, agua, vinos u otros líquidos. Estos vehículos cuentan con tanques especiales que garantizan la seguridad y la integridad del líquido durante el transporte.
Ejemplos de uso: "El camión cisterna llevaba agua potable a las zonas afectadas por la sequía"
"La empresa petrolera utiliza camiones cisterna para distribuir combustible a sus estaciones de servicio"
Origen etimológico de camión: proviene del francés camion.
Segundo diccionario: camión
Origen de la palabra: (fr. camión.)
m. Vehículo de cuatro o más ruedas, usado generalmente para transportar cargas pesadas.2º artículo
Vehículo automóvil destinado al transporte de mercancías y grandes cargas. Su motor y transmisión, fundamentalmente iguales a los de los vehículos de turismo, difieren en su construcción más pesada y en sus mayores sistemas de refrigeración, destinados a soportar condiciones de trabajo más duras a velocidades inferiores. Como los camiones pueden acarrear tonelajes muy variables, se ha impuesto recientemente la clasificación de «vehículo peso bruto», con la que se indica el peso máximo de vehículo y carga que el motor puede soportar satisfactoriamente. Pueden distinguirse cuatro clases: ligero, hasta 4500 kg con carga, utilizando generalmente para entregas y repartos locales; medio, entre 4500 y 8000 kg, destinado a transportar unas 2 t de carga a mayores distancias; semipesado, entre 8000 y 12000 kg, adaptado generalmente a 6 t de carga; pesado, de más de 12000 kg. Completa la relación el «todo-terreno», destinado a transportar grandes cargas por lugares donde no existen carreteras.
Chasis. La disposición de los bajos de un camión de gasolina es similar a la de un turismo; en los camiones ligeros, el chasis sólo difiere por su volante más pesado y su mayor sistema de refrigeración. El motor, montado generalmente en la parte anterior del chasis, conecta por medio de un embrague con los engranajes de transmisión, que suelen estar situados cerca de la unidad propulsora. Es corriente el cambio de tres velocidades y marcha atrás, salvo en los camiones pesados, que suelen disponer de cuatro o cinco velocidades —en casos extremos hasta quince— y tres en marcha atrás. El árbol de transmisión, provisto de dos o más juntas universales, transmite la potencia de la transmisión al puente trasero por medio de engranajes cónicos, de dentadura interior o de tornillo sin fin. Muchos camiones ligeros emplean los mismos engranajes cónicos que los turismos, pero los más pesados utilizan engranajes de dentadura interior o de tornillo sin fin. Algunos de los modelos más pesados utilizan cadenas dobles.
Los vehículos de cuatro cilindros han sido desplazados por los de seis-ocho cilindros, aunque se ha popularizado la versión civil del «jeep» bélico de cuatro cilindros. Algunos camiones emplean cilindros opuestos horizontalmente, disposición que requiere menos espacio vertical y permite situar el motor bajo el piso de la cabina total o parcialmente. Hoy son corrientes los motores encajados en la cabina, pues desplazando ésta hacia adelante, sobre el motor, se distribuye mejor la carga sobre ambos juegos de ruedas y mejora la visibilidad del conductor.
Los camiones que exceden dé 2,5 t de capacidad suelen utilizar ruedas traseras dobles, es decir, un juego de dos ruedas a cada lado. Para trabajos pesados son corrientes las seis ruedas, con dos ejes motores y dos ruedas motrices (tipo tándem). También los camiones con remolque suelen emplear el sistema tándem. Se fabrican asimismo camiones con cuatro ruedas dispuestas en forma que todas ellas ejercen el mismo poder de tracción. No faltan, en fin, vehículos de cuatro ruedas, todas ellas motrices, o de ocho ruedas, cuatro de ellas motrices.
Los autocamiones destinados a labor agrícola suelen disponer de una «toma de fuerza» que les permite accionar bombas de agua, sierras circulares y otra maquinaria agrícola. Los hay provistos de llantas especiales para recorrer el campo y arrastrar cosechadoras, rastrillos y demás aperos. Se tiende actualmente a reducir la tara construyendo vehículos totalmente de aluminio o empleando aleaciones de aluminio y magnesio para la cabina y algunas piezas del chasis de los camiones más grandes. También se refuerzan los neumáticos con trama de alambre.
La II Guerra Mundial, primer conflicto verdaderamente motorizado de la Historia, demostró hasta qué punto es susceptible el camión de adaptarse a las tareas más diversas y sorprendentes. Mientras en la I Guerra Mundial la mayor parte del transporte en el frente corrió a cargo de caballerías, la segunda contienda estuvo hasta tal punto motorizada que las tropas norteamericanas, por ejemplo, utilizaron, sólo en Francia, 400 000 vehículos; en todos los frentes, la proporción de vehículos a combatientes era de 1 a 3. Fue impresionante el servicio de suministro realizado por los camiones ligeros, que llegaron a transportar más de 3000000 t de suministros desde las playas a los frentes de combate.
Clases. El periodo entre ambas guerras se caracterizó por el extraordinario número de camiones especializados que invadieron el mercado. Hay fabricantes que ofrecen hasta 100 modelos diferentes de sus marcas; por ello es imposible definir a un tipo determinado como «corriente». Existen vehículos especiales para la agricultura, industrias maderera y minera, fines bélicos, construcción, servicio público, entrega local, transporte a larga distancia e incontables otros servicios. Su capacidad varía entre 125 kg y 30 t; su potencia oscila entre 60 CV y más de 200; sus transmisiones llegan a totalizar 16 velocidades y 3 en marcha atrás, mientras no faltan vehículos de 20 ruedas, 10 de ellas motrices.
Un camión puede acarrear hasta más de 20 t, pero, unido a un remolque, transporta fácilmente 30 t en servicio regular. Uno de los remolques más grandes construido fue un «todo-terreno» de 500 t, empleado para transportar material durante la primera prueba atómica en Nuevo México (1945).
Otros modelos son las pequeñas y veloces furgonetas, los camiones de caja abierta, los de caja cerrada, con plancha metálica o con tela metálica, los volquetes, las cisternas, etc. El remolque se ha popularizado extraordinariamente para el acarreo de cargas voluminosas. Suele ir arrastrado por un tractor cuyo motor y cabina van montados sobre un pequeño chasis. Algunos remolques carecen de ruedas delanteras y su parte frontal descansa sobre el juego trasero del tractor. Su gran ventaja es el ahorro de tiempo que supone el que el tractor pueda dedicarse a acarrear un remolque mientras el otro se descarga.
Por lo que respecta al combustible, la gasolina domina todavía. El motor diesel ofrece dos grandes ventajas: mayor potencia y menos coste.
Los camiones a vapor han quedado anticuados y han desaparecido casi totalmente de la circulación. Los motores eléctricos, muy populares a principios de siglo, han corrido casi la misma suerte, aunque se han desarrollado algunos modelos especiales utilísimos para arrastrar pequeñas cargas (1,5 a 20 t) en el interior de fábricas, almacenes y estaciones. Muchos de ellos utilizan motores de gasolina para generar la electricidad; otros emplean baterías que les permiten recorrer hasta 65 km con una sola carga. Suelen utilizar neumáticos macizos y se les han adaptado plataformas elevadoras.
Transporte por carretera. La mayor parte del tráfico rodado corresponde a camiones ligeros o furgonetas que recorren cortas distancias; su capacidad media viene a ser de unas 3 t y rara vez realizan viajes que excedan de 60 km. Por lo que respecta a viajes más largos, pueden distinguirse tres tipos de transporte: el realizado por compañías que atienden a una línea determinada, con paradas, horarios y días de salida fijos y establecidos de antemano; el ofrecido por compañías de menor importancia que se atienen a rutas fijas, pero que sólo ponen en movimiento a sus vehículos cuando tienen carga para transportar; el que efectúan los vehículos que, conducidos muchas veces por sus mismos propietarios, se desplazan a cualquier punto de la geografía nacional o extranjera.
Por lo que respecta a la competencia entre el transporte por carretera y el transporte por ferrocarril se ha venido observando que, en general, aquél resulta más ventajoso sobre distancias, cortas y éste en largos recorridos. El camión presta sus más valiosos servicios en el movimiento local de mercancías y es especialmente útil en el servicio de granjas, fábricas, almacenes y terminales de ferrocarril. Sus principales ventajas son: mayor velocidad y posibilidad de tomar la ruta más corta, servicio de puerta a puerta, posibilidad de utilizarlo en cualquier momento, adaptabilidad a toda clase de mercancías, sobre todo a las ligeras o especiales, y menores exigencias en el embalaje.
El camión como medio de transporte tiene, pues, un porvenir muy amplio y, en lugares donde no alcanza la red ferroviaria, resulta indispensable.