El término campo regadío se refiere a una tierra de cultivo que cuenta con un sistema de riego permanente, lo que permite el crecimiento de diversas plantas y cultivos de manera más eficiente.
Este tipo de terreno es especialmente valorado en regiones donde la disponibilidad de agua es limitada, como en Aragón, donde su uso optimiza la producción agrícola.
La irrigación adecuada transforma el paisaje y favorece la agricultura sostenible.