La palabra camucha se utiliza en un contexto familiar y despectivo para referirse a una cama.
Este término hace alusión a la estructura, ya sea de metal o madera, que sostiene un colchón para dormir o descansar.
Su uso implica una connotación negativa, sugiriendo desprecio o desdén hacia el objeto en cuestión, lo que refleja una percepción poco favorable de lo que representa una simple cama.