El término candirse se refiere al proceso de consumirse o aniquilarse gradualmente, ya sea en personas o animales.
Esta palabra tiene su origen en el español aragonés, donde se utiliza para describir un estado de deterioro o desgaste progresivo.
La noción de candirse evoca una imagen de fragilidad y vulnerabilidad, resaltando cómo el tiempo o las circunstancias pueden llevar a la desaparición paulatina de un ser.