Esta acepción de "candor" se refiere a una cualidad física y visual, destacando un grado extremo de blancura.
Se utiliza para describir objetos, elementos o situaciones en los que el blanco no solo es predominante sino que también es puro e intenso, evocando una sensación de limpieza, claridad o incluso de deslumbramiento por su intensidad.
Ejemplos de uso: "El candor de la nieve en la cima de la montaña era deslumbrante bajo el sol del mediodía".
"La habitación estaba decorada con un candor que transmitía una sensación de paz y tranquilidad".
En este sentido figurado, "candor" se asocia con la candidez, entendida como una cualidad del carácter humano que implica inocencia, ingenuidad y una bondad natural.
Esta acepción destaca la ausencia de malicia o doblez en el comportamiento o pensamiento de una persona, sugiriendo una pureza moral y emocional.
Ejemplos de uso: "Su candor al expresar sus sentimientos conmovió a todos los presentes".
"La candidez de sus palabras dejó claro que no había intención de engañar a nadie".
Aquí, "candor" se refiere a la transparencia y honestidad en las acciones y palabras de una persona. Implica una disposición abierta y genuina, libre de artificios o pretensiones, donde la sencillez y la pureza del ánimo son las características predominantes. Esta acepción enfatiza la importancia de la autenticidad como valor humano esencial.
Ejemplos de uso: "El candor en su mirada revelaba la verdad de sus palabras".
"Admiraba el candor con el que enfrentaba cada situación, sin ocultar sus verdaderos sentimientos".
• « ANGÉLICA: Es la forma femenina de Angélico, del latín eclesiástico angelicus, que tiene el valor de "angelical" o "parecido a los ángeles, por su belleza y candor". La difusión del nombre Angélica se debe a los poemas de Boiardo y Ariosto. »