La cangrena es una condición grave que se presenta cuando un tejido del cuerpo deja de recibir el flujo sanguíneo necesario, lo que provoca su muerte.
Esta situación puede surgir por lesiones, obstrucciones vasculares o infecciones graves.
Los síntomas incluyen decoloración de la piel, dolor intenso, hinchazón, mal olor y heridas que no cicatrizan.
Si no se trata a tiempo, la cangrena puede propagarse rápidamente y causar daño irreversible en los tejidos cercanos, poniendo en riesgo la salud del individuo afectado.
f. Gangrena; desorganización de vida en cualquier tejido de un cuerpo animal, producida por falta de riego sanguíneo, por lesión traumática o por complicación infecciosa de las heridas.
La cangrena es una complicación grave que puede ocurrir en diferentes partes del cuerpo, como en las extremidades, los órganos internos o incluso en la piel. Esta afección se produce cuando el flujo sanguíneo se ve comprometido de alguna manera, ya sea debido a una lesión traumática, una obstrucción de los vasos sanguíneos o una infección severa.
Cuando una parte del cuerpo no recibe un suministro adecuado de sangre y oxígeno, los tejidos comienzan a morir. Esto puede llevar a una serie de síntomas, como decoloración de la piel, dolor intenso, hinchazón, mal olor y la formación de heridas que no sanan. Si no se trata de manera oportuna, la cangrena puede extenderse rápidamente y causar daño irreversible en los tejidos circundantes.
El tratamiento de la cangrena por lo general involucra la eliminación del tejido muerto, para evitar una mayor propagación de la infección y preservar la viabilidad de la parte afectada. En algunos casos, esto puede requerir la amputación de una extremidad o la extirpación de órganos internos. Además, se administrarán medicamentos para tratar la infección y se buscará restablecer el flujo sanguíneo a través de cirugías o procedimientos médicos.
Es importante destacar que la cangrena es una condición potencialmente mortal y requiere atención médica inmediata. La prevención juega un papel crucial en la reducción del riesgo de desarrollar cangrena, especialmente manteniendo una buena circulación sanguínea, evitando lesiones graves y tratando cualquier infección de manera adecuada y oportuna.