Las horas canónicas son las distintas partes del oficio divino que la Iglesia reza a lo largo del día.
Estas oraciones se distribuyen en momentos específicos, comenzando con Prima a las 6 de la mañana y culminando con Completas a las 7 de la tarde.
También incluyen Tercia, Sexta, Nona, Vísperas, Maitines y Laudes, cada una con su propio significado y propósito espiritual, marcando así el ritmo de la vida religiosa.
Dícese de las diversas partes del oficio divino que la Iglesia acostumbra rezar en distintas «horas» del día. Estas horas se distribuyen como sigue: Prima, a las 6 de la mañana; Tercia, a las 9 de la mañana; Sexta, al mediodía; Nona, a las 2 o 3 de la tarde; Vísperas, hacia las 4 de la tarde; Completas, a las 7 de la tarde; Maitines y Laudes, a media noche o al amanecer.