El término cantamisano se refiere a un clérigo en México que ha sido ordenado en todas las órdenes y que celebra la misa, especialmente si es la primera vez que lo hace.
Esta figura, también conocida como misacantano, tiene un papel importante en la tradición religiosa, simbolizando el inicio de su ministerio.
La palabra refleja la conexión entre la sagrada ceremonia y el compromiso del sacerdote con su vocación.