El término capistro se refiere a un tipo de arnés utilizado en la antigüedad, específicamente por los romanos, para proteger la cabeza de los caballos de batalla.
Este dispositivo no solo cumplía una función práctica al resguardar a los animales en combate, sino que también refleja la importancia de la cavallería en las estrategias militares de la época.
Su diseño y uso son un testimonio del ingenio romano en el cuidado de sus recursos.