La palabra capitoso y su forma femenina capitosa se utilizan en un contexto anticuado para describir a alguien que es caprichudo o terco.
Aunque estas acepciones han caído en desuso, evocan la imagen de personas que se aferran obstinadamente a sus ideas o deseos, mostrando una resistencia notable al cambio.
Su uso en la actualidad es raro, pero refleja una riqueza del lenguaje que nos conecta con épocas pasadas.