La palabra captivante se refiere a algo que tiene la capacidad de captivar o atraer de manera intensa.
Aunque su uso es menos común hoy en día, se relaciona con la idea de fascinar o encantar a alguien, generando un interés profundo.
Esta acepción, que proviene del verbo captivar, evoca una sensación de asombro y admiración, aunque actualmente se considera algo anticuado y en desuso.