La palabra caraba se utiliza en el ámbito familiar para referirse al colmo de una situación, es decir, al punto máximo o extremo que se puede alcanzar.
Este término refleja una sensación de asombro o incredulidad ante algo que supera lo esperado.
Su uso puede variar según el contexto, pero siempre implica una connotación de sorpresa o desbordamiento en las circunstancias presentadas.